La
Casa Luis Barragán, construida en 1948, representa una de las obras
arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto
internacional, como lo ha reconocido la UNESCO al incluirla, en el año 2004, en
su lista de Patrimonio Mundial. Se trata del único inmueble individual en
América Latina que ha logrado tal distinción, debido a que –como afirma la
propia UNESCO en su declaratoria– es una obra maestra dentro del desarrollo del
movimiento moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y
vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los
tiempos.
La
casa se conserva con fidelidad tal como la habitó su autor hasta su muerte en
1988.
El acercamiento a Luis Barragán se produce de forma casual, cuando con motivo de
una exposición de su obra en Madrid – cuyo montaje corrió a cargo de Alvaro
Siza –. En Octubre de 1994 aparece en la revista Diseño Interior (número 36) un
pequeño reportaje sobre su trayectoria personal.
En
dicho número - ilustrado en portada con una fotografía de la Casa Gálvez del mismo arquitecto - también podemos encontrar un reportaje sobre el 175 aniversario de la casa Thonet y sus
sillas de madera curvada y una reflexión de Steven Holl sobre la dificultad de
explicar con parámetros objetivos la percepción cormática, sugieriendo que la
experiencia de color está vinculada al factor cultural.
Colores,
texturas y materiales dan forma a una arquitectura donde la luz nunca es mera
iluminación.
La Casa Taller transciende de planos, secciones y fotografías. Empleando palabras de Louis Khan
“Mientras paseo por su casa, comprendo el significado del termino "Hogar": Bueno para él y bueno para cualquiera en cualquier momento de su vida. Esto nos dice que el artísta busca exclusivamente la verdad y es esto por lo que tradicional o moderno no tiene significado alguno para el artista.”
La
arquitectura de Barragán supuso el descubrimiento de una actitud crítica al
funcionalismo europeo, una búsqueda en la tradición cultural que, sin
concesiones historicistas, dialoga con la modernidad en un lenguaje pleno y
sugerente.
Actitud
y lenguaje crítico que enlaza con los estudios y realizaciones de la llamada tercera generación del movimiento moderno - Lina Bo Bardi, José Antonio Coderch, Fernando Távora, Jørn Utzon, por citar algunos ejemplos - . Actitud y lenguaje crítico desafortunadamente
ajeno a la docencia y práctica pública de la arquitectura actual.
Josep M Montaner, en la toma de consideración de la declaración de la Casa Taller como patrimonio de la humanidad se preguntaba "¿Quien es más moderno? ¿Quien continua acríticamente los modelos de modernidad o quien los pone en crisis y se enfrenta a ellos introduciendo referencias tradicionales?".
La respuesta, al parecer, hace tiempo que se ha olvidado.
Retomando lo anteriormente dicho sobre Laurie Baker, el mayor avance serían dos pasos atrás...